Esa mano misteriosa
que, oculta, salta a la vista.
Esa mujer que, escondida,
regala a nuestro mundo vida.
La paz, ambiente de fiesta,
el calor con que me alienta,;
ese servir silencioso,
el excederse amoroso.
El cobijo de un regazo
que entre caricias protege;
seguridad de un abrazo
que arropa y adormece.
Esa intuición fervorosa
que llena de amor nuestra tierra.
Gracias por hacer del mundo
hogar de alegre consuelo.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
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1 comentario:
creo reconocer a alguien? "si quieres hacer reir a Dios cuantale tus planes?....
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