Buscaba sin encontrarla;
en viejos terrenos anduve,
pregunté a quien la encontrara.
Caminos errados seguí
de alegría equivocada,
tras las huellas de quien ví
que su vida aprovechaba
Sin saber que de esa vía,
que ingenuamentete admiraba,
ningún bien se derivaba,
solo espejismos veía.
Ni la gloria, ni la fama,
ni belleza o posesión,
juventud, arte o riquezas
llenaron mi corazón.
Y sintiendo mi razón
de respuesta abandonada
vino a ver tu corazón,
quedó de él enamorada.
Y ya no hubo de buscar.
Y ya el temor ha pasado
dejando serena el alma;
mi espíritu apaciguado.