domingo, 23 de noviembre de 2008

PÉRDIDA



Aprendí a huir tu mirada esquiva del sentimiento.
Con mi sonrisa altiva el dolor disimulaba.

Pensé que no me seguías, que mi amistad rechazabas;
No acerté a interpretar tus ojos que me buscaban.

Dolor y olvido, mezclados, en tus ojos entreví;
sin querer los confundí con apática desgana.

Pensé llegado el final de la amistad que me ataba.
Nuestras almas olvidaron que ambas se necesitaban.

Terrible omisión la mía que no supo adelantarse
y suavizar tu amargor antes de que te ahogase.

Pero llegamos a tiempo de salvar lo mas hermoso;
ese regalo sagrado: la amistad, don y tesoro.


miércoles, 5 de noviembre de 2008

Una madre

Esa mano misteriosa
que, oculta, salta a la vista.
Esa mujer que, escondida,
regala a nuestro mundo vida.

La paz, ambiente de fiesta,
el calor con que me alienta,;
ese servir silencioso,
el excederse amoroso.

El cobijo de un regazo
que entre caricias protege;
seguridad de un abrazo
que arropa y adormece.

Esa intuición fervorosa
que llena de amor nuestra tierra.

Gracias por hacer del mundo
hogar de alegre consuelo.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Nuevo mundo

Hoy gira el mundo distinto:
suenas nuevas melodías,
fragancias que inundan el aire
llenándolo de armonía.


Nueva luz, nuevos valores;
esencia de corazones
ante los que se apresentan
paraísos de mil colores.

Se abren nuevos horizontes
más allá de los soñados;
estelas de aguas surcadas
entre platas espumosas.

Visión nueva de este mundo,
ayer más plano, terroso;
mirado hoy con nuevos ojos,
más fecundo, más hermoso.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Anhelo


¿Cómo no morir de anhelo?
¿Cómo resistir el fuego
que quema, abrasa y da miedo?

¿Cabe encerrar en un cuerpo
lo que llena el mundo entero?
¿Puede alquien soportar
el mirar tras de ese velo
que cubre la realidad?

Y si alguien ha levantado
de ese tapiz una esquina;
si alguien ha contemplado
la realidad que da vida,
¿acaso ha podido luego
seguir sereno su vida?

¿O habrá entonces desfallecido
al no poder sujetar
en su humilde inteligencia
tan pura felicidad?

Hubo quien de esa luz
fue un día deslumbrado.
Quedaron ciegos sus ojos,
sus miembros extenuados.
"Loco", decían algunos;
"Pobre desafortunado".
Murió joven, entregado;
murió de amor desbordado.