domingo, 21 de septiembre de 2008

OLVIDO

Andaba seguro en la vida,
olvidado del fracaso,
confiado en mi fortuna
fruto de un arduo trabajo.

Creía en mí con agrado;
todo de esfuerzo adquirido;
mis sonrisas, mis cumplidos,
mis trofeos alcanzados.

Pero un diá cayó mi castillo,
que sólido yo imaginaba.
Ví que de frágiles naipes
sus muros se levantaban.
Hundido entre los abismos
mi suelo se desplomaba;
entre arenas que me ahogaban
mi soledad pidió auxilio.
Y estando en los más profundo,
sin saber dónde me hallaba,
en la oscuridad de la noche
me cogista de tu mano.

Y abandonado al deseo
de quien mi nave guiaba
llegúe más alto, más fuerte,
donde el amor es mirada.

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